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Observatorio de la Realidad Social

Informe FOESSA sobre el impacto de la COVID-19

«Reclamamos una humanidad que celebre en unión también su fuerza, su capacidad para sobreponerse, para preservar, para cuidar. Una humanidad en la que tenemos el riesgo de enfermar juntos, pero donde no podemos perder la oportunidad de salvarnos juntos»

Raúl Flores y equipo

La crisis de la COVID-19 ha supuesto un shock sin precedentes y muy desigual en nuestra sociedad.

Las personas en situación de mayor vulnerabilidad son las que más han sufrido las consecuencias: partían de una situación de gran dificultad, se han visto expuestas a mayores niveles de precariedad y, en muchos casos, se han encontrado sin ningún tipo de protección social. Estamos hablando de 2,3 millones de personas en Catalunya que viven situación de exclusión social, lo que supone aumento de casi 1 millón de personas entre 2018 y 2021.

Datos principales

El 32% de la población se encuentra en situación de exclusión social en la diócesis de Barcelona.

El 15% de los hogares tiene la persona sustentadora principal en inestabilidad laboral grave.

Más de 200.000 personas viven en hogares sin ingresos estables.

725.000 personas viven en hogares con un gasto excesivo en vivienda (se quedan en situación de pobreza severa una vez han hecho frente a los gastos relacionados con la vivienda).

El 4,3% de la población vive en hogares en los que alguien pasa o ha pasado hambre con frecuencia en los últimos 10 años.

El 10% de la población vive en hogares con acumulación de deudas.

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