Después de la parada que representaron los meses de confinamiento y su impacto en las vidas de los hogares acompañados por Cáritas Diocesana de Barcelona, los meses posteriores de desconfinamiento y la llegada del verano han sido de cierto alivio, con una reducción de las situaciones de desocupación. Aun así, 7 de cada 10 personas se encuentran con una situación muy frágil ante el mercado laboral, bien porque no tienen trabajo (el 53%), bien porque el trabajo que tienen es dentro de la economía informal (el 17%). Además, la crisis de la COVID-19 ha llevado nuevas formas de precariedad laboral, con un 64% de los hogares que tienen que asumir riesgos a causa de su actividad laboral, y un 69% que tendría graves dificultades si tuviera que hacer la cuarentena.